“Al ir a un un teatro antiguo en el medio de la Boca, uno ni se imagina la magia que puede llegar a ver cuando se abren las puertas para ingresar al salón de entrada del teatro, ya que en momento que se ingresa al teatro comienza la función. Es una obra poco convencional, desde el momento que uno como espectador “espera ser espectador” y termina siendo parte de la escenografía y de la misma historia.
En la obra, se mezclan elementos de danza contemporánea y danza butoh, se mezclan elementos de la cultura japonesa y la cultura argentina, y la mezcla termina siendo una excelente combinación para terminar contando una historia de “prendas que hablan”.” / hernán Peyric