Magy Ganiko crea la compañía en París en 2004, motivado por el deseo de dedicarse al trabajo creativo más personal y explorar territorios más allá de la danza Butoh, en la que se formó en Japón con el maestro Kazuo Ohno.
El Barroco comienza a desempeñar un papel cada vez más importante en su pensamiento, concepción del arte y las creaciones coreográficas que realiza. En particular, el libro del catalán Eugenio d’Ors, “Del Barroco” refuerza el impacto que el barroco tiene en su trabajo; en un viaje a México conoce el ultra-barroco mexicano. Al visitar algunas iglesias y descubrir su impresionante decoración, el significado del prefijo “ultra” adquiere nuevos significados. Esta experiencia con lo ultra-barroco también lo lleva a incorporar elementos del “kitsch” y “camp” en sus creaciones.
La compañía teje sus espectáculos en colaboración con artistas de vídeo, diseñadores, artistas, técnicos de iluminación, escritores, investigadores en todas las áreas y, por supuesto, con bailarines y artistas de diferentes rincones del mundo. La compañía presenta sus espectáculos y actuaciones, principalmente en Francia, Japón y Argentina.

A mediados del 2012, Magy Ganiko se instala en Buenos Aires, en el barrio de La Boca: crea el “Espacio Utaki”, un centro de investigación de las artes escénicas. Allí nace la versión argentina de la compañía.

En 2016 la compañía crea un nuevo sistema de producción artística generando una masa de intérpretes que puedan desempeñarse indistintamente en las distintas obras. Esto implica un nivel de producción alto y una capacidad de ejecución que permita -a gran número de artistas y técnicos-, como mínimo, una fuente de trabajo y de investigación sobre el arte en el cuerpo. Los ejes del proyecto se estructuran en torno a la danza, el teatro, el MOI (Movimiento Orgánico de Individuación, antimétodo que Ganiko desarrolla en danza) y, desde 2018, también se suma la investigación JonMoi (exploración desde el cruce de la danza y la escritura que Ganiko desarrolla junto a la poeta Luz Pearson).