Cuatro seres se preparan para comenzar un viaje hacia las zonas obscuras de la memoria. Viaje iniciático hacia “La(S)ombra(S)”, sombra que nos habita como un inquilino permanente y con quien bailamos una eterna “Danza Macabra”. Viaje ritual que comienza en una silla, desde donde cada bailarín va creando su mundo onírico, con las reglas de ese mismo universo muchas veces incomprensible, pero pleno de emociones y significados.
Dolores de heridas que no cicatrizan, un grito que no se manifiesta , palabras, frases, que esconden secretos fantasmas y mitos familiares, que nos pega permanentemente en el vientre, en las caderas, en el cráneo, y en la anatomía entera. Entre el silencio y la sordera, nuestra sombra crece a la luz de una flama, entre la sangre, la carne y los huesos, cuatro cuerpos-performers intentan rescatar la confesión de ese otro cuerpo, de ese doble, nuestro “negativo”.
(S)Ombre(S) contiene una serie de tabúes en relación con el cuerpo y la enfermedad. Es una danza catártica, un rito de purificación del cuerpo; cuerpo que se muestra en su intimidad más cruda, a través de la desnudez, la sangre, y dos “órganos-objetos” responsables de un fuerte significado simbólico: el hígado y el corazón.
Ceremonia de sangre y bilis, elementos purificadores, iniciación a la muerte simbólica y puente hacia el alma. La toma de conciencia de las inmundicias humanas, comienza por uno: la sombra también ilumina.