Edición: Vanesa Robles
Edición: Vanesa Robles
BITNUS se estrenó el 1/9/2018 en el Centro Cultural Borges y estuvo en cartel durante 3 meses.
A partir del texto poético -desnudo, sin florituras- de la dramaturga y poeta argentina Luz Pearson, la puesta de Magy Ganiko asume el desafío de entretejer la palabra y la danza como dos materialidades del cuerpo, en una traducción al espacio de una obra que presenta en la escena artística una nueva manera de asumir la palabra y el deseo en la mujer.
FICHA TÉCNICA:
Intérprete: Carla Pezé Di Carlo
A partir del libro “Bitnus” de Luz Pearson
Voces: Zahira Osés
Vestuario: Andrea Mineko
Idea escenográfica: Magy Ganiko
Realización escenográfica: Nana Simone Micheli
Iluminación: Giorgio Zamboni
Fotos: Paula Scopessi
Prensa: Simkin&Franco
Diseño gráfico: Nana Simone Micheli y María Bianco
Comunicación: Luz Pearson
Producción: Cia. Magy Ganiko
Asistencia de dirección: Zahira Osés
Dirección: Magy Ganiko
Agradecemos a Anne y Alain Sztejnberg.
Por Hugo Beccacece, Suplemento Ideas, Diario La Nación, 28/05/2017
Todo empezó en una tintorería de La Boca hace muchos años. El domingo pasado, la Fundación Proa desbordaba de público que quería ver la performance Zona Cero, del coreógrafo argentino japonés Magy Ganiko, inspirada en la muestra de Yves Klein. Muchos no pudieron tener acceso a la sala donde se desarrolló la actuación. Ganiko creció en La Boca y sus padres, llegados de Okinawa a la Argentina en 1954, abrieron una tintorería que todavía existe a la vuelta de Proa. Magy se interesó por la danza desde chico, pero quedó muy impresionado cuando vio bailar a Kazuo Ohno, el creador de la danza butoh y se fue a Japón a estudiar con él. Comenzó así una formación y una carrera internacional que lo llevaron a quedarse siete años en la tierra de sus ancestros.
La performance de Proa se inició en la vereda. Desde la calle, el público podía ver a Ganiko a través de la fachada de vidrio, sentado en uno de los peldaños de la escalera que sube al primer piso, y escucharlo por medio de un amplificador. El performer leyó un extracto de Stalker (La Zona), el film de Andrei Tarkovsky, un fragmento de Kenzaburo Oé y un texto del propio Ganiko. Después, seis bailarines-actores bajaron envueltos en una vestimenta parecida a la de los yudocas, y salieron a la vereda, donde dieron comienzo a sus evoluciones. Luego volvieron a entrar y el público los siguió a la primera sala de la muestra de Klein, donde el sexteto se acostó boca abajo sobre el piso mientras los espectadores circulaban al lado de ellos para pasar a la segunda sala, donde se desarrollaría la parte central de la experiencia. De pronto, Ganiko detuvo el flujo de los asistentes con una severa cita de Tarkovski: “Éste no es un lugar para paseos. La zona exige que la respeten, de lo contrario castiga. En la zona, el camino más corto puede ser el más peligroso?”.
El centro de “la zona” estaba ocupado por un amplio rectángulo de polvo de color azul Klein. Alrededor de él, los oficiantes bailaron una danza de inspiración butoh. Al principio, no fue fácil penetrar en el clima entre dramático y sagrado del baile, pero poco a poco la belleza, el dramatismo de las imágenes y la alternancia de música oriental y silencio cambiaron la actitud de la concurrencia, quebrada ¡ay! por los balbuceos de dos niñas de ¿dos años?, a upa de padres que aspiraban a cultivar precozmente a sus retoños para tortura del resto del público.
Uno de los bailarines, León Apolinario, bailó un hermoso solo que alcanzó su pico de imprevista tensión cuando se acercó a una de las sonoras niñas y fijó sus ojos negros en ella con una intensidad hipnótica, pero no amenazante. La niña se llamó a silencio. No lloró, pero cuando no pudo sostener más ese taladro óptico, dijo en un susurro: “Mamá” y calló.
Por último, los seis bailarines se sentaron alrededor del estanque azul Klein, en postura de flor de loto. Uno de ellos, Guillermo Calipo, de pronto, cantó con una voz bellísima una improvisación basada en “Lacrymosa” de Dmitri Yanov-Yanovsky. Después todos pronunciaron “om”, el célebre mantra, y quedaron en sus lugares en un profundo silencio que contagió a toda la sala. El silencio detuvo el tiempo, lo fijó en una calma excepcional. Nadie se movió de su sitio. Los bailarines, con lentitud, se fueron elevando, casi como si se desplegaran. Seis muchachas habían prendido en las espaldas de sus chaquetas sendos hilos que sostenían globos azul Klein. De modo sorpresivo, se oyó como un intruso Danubio azul, el vals de Strauss. Los bailarines orientales se convirtieron en vieneses y sacaron a bailar a mujeres del público. Con la música de Strauss, todos salieron a la vereda y lo que había sido casi una ceremonia sacra devino en una celebración occidental.
Del conjunto que realizó la actuación, integrado, además de los mencionados, por Lucas Maíz, Joseph Velasquez, Hugo Falcón y Guillermo Zamboni, el único integrante con formación de bailarín profesional es Apolinario; Calipo, por su parte, es un cantante de ópera que ha actuado en los ciclos de Juventus Lyrica y jamás había bailado. Maíz se formó y trabaja como mimo desde hace quince años; Giorgio Zamboni es un joven teatrista romano, que tampoco se dedica a la danza. “Magy me entrenó durante tres meses para que hiciera lo que hice”, comentó Calipo.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/2027173-una-ceremonia-sacra-que-devino-en-celebracion
Dimanche Rouge es un proyecto de arte contemporáneo con sede en París, Francia. El núcleo de desarrollo de Dimanche Rouge es un evento mensual y gratuito con actuaciones experimentales de artistas internacionales. Además de las ediciones parisinas, en 2012 Dimanche Rouge se celebra en Toulouse, Bulgaria, Mongolia, Estonia, Australia, Serbia; Rusia y China (2013) y nuevas ediciones.
En 2012, Magy Ganiko participa con una perfo sobre la deformidad del cuerpo a través de la radiación, en la edición de Dimanche Rouche en el Divan Du Monde, París.
El 13 de mayo comienza la BP17 que se realizará en Buenos Aires hasta el 14 de junio con la participación de 21 performances de artistas nacionales e internacionales.
fuente: http://www.yveskleinarchives.org/works/large/ant76.jpgCon la producción de Fundación Proa, participaremos el 21 de mayo con una performance teñida de azul Klein, inspirada en la obra de Yves Klein que inaugura Proa este sábado 18 de marzo.
“La semana pasada fuimos a ver la obra “Tintoreria Tokio” en el espacio Utaki. La obra dirigida por Magy Ganiko. Es un lugar hermoso, la entrada de la casa mira la via donde pasan los trenes de cargo en La Boca. Magy fue discipulo del gran maestro de Botoh, Kazuo Ohno. La obra “Tintoreria Tokio” me llevó a un espacio desconocido pero al mismo tiempo su locura capaz de trascurrir de una tristeza a una alegría, de la violencia al amor, de “sin sentido” a lo inteligible, me deja con la sensación de una familiaridad. Creo que cada uno de nosotros, tenemos algo de locura.
Espero que sea pronto la primera función del año que viene!” por Mami Goda, una espectadora.
::Leer reseña en diario La Nación “Una Historia de identidades y búsquedas”::
Fotos: Alejandro Gonzalez
“Riachuelo” fue la performance que Magy Ganiko presentó en Ciclo Las Tardes de Butoh en el Larreta en noviembre 2016.
Los intérpretes fueron: Hugo Raúl Gottshclk, Naiké Yael, Martina Petersen, Cecilia Arrascaete, Gabriela Ruiz Gonzalez.
SOMOS EL CUERPO HORDA
SOMOS LOS CUERPOS VISIBLES-INVISIBLES,
SOMOS CUERPOS HUMANO-ANIMAL,
CUERPOS SUDADOS Y SUDAMERICANOS,
SUDAMERICANOS DEL SUR-SUR,
HUMANOS DE LA TIERRA MADRE
DEL CIELO PADRE, HIJOS DE LAS
PLANTAS BESTIALES DEL MUNDO.
SOMOS EL CUERPO HORDA,
ARTISTAS POR RELIGION,
CREEMOS EN LA ETERNIDAD
DE NUESTRO CUERPO MULTIPLE,
QUE EL PARAISO-INFIERNO EXISTE,
QUE NO DA LO MISMO
“el que trabaja noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o esta fuera de la ley”
SOMOS EL CUERPO HORDA,
SOBREVIVIENTES DE LA DEVASTACION
DE LOS DIABOLICOS DEL PLANETA
DE LOS CUERPOS CORPORATIVOS
DESINCORPORADOS DEL ESPIRITU,
DE ESOS HOMBRES Y MUJERES
LLENOS DE PAJA, AVIDOS DE
HOLOCAUSTO, DE APOCALIPSIS,
DE SOLUCION FINAL, DOMINIOS DE
LOS CUERPOS HUECOS.
SOMOS EL CUERPO HORDA
NO SOMOS CARTESIANOS,
SOMOS CARTONEROS,
SOMOS FRONTERIZOS
FRATERNOS SIN MURALLAS,
CHAMANES DESHUESADOS
CREANDO AL HOMBRE-MAGICO.
SOMOS LA RAZON DILUVIANDO
EN EL INCONSCIENTE,
SOMOS EL DESORDEN QUE
(H)ORDENA EL SENTIDO,
SOMOS LA BELLEZA
DE LA IMPERFECCION.
SOMOS EL CUERPO HORDA
Y TRAEMOS LA BUENA NUEVA:
QUE EL TIEMPO NO EXISTE
QUE SOMOS INMORTALES
QUE LA VIDA ES TRANSFORMACION
QUE LA MUERTE UNA MAESTRA
QUE LA FÉ UNA MEDICINA
QUE DEBEMOS
COMBATIR SIN DUDAR
LA DESIDIA DE LOS CUERPOS
PARA DECIDIR Y NO
QUE NOS DECIDAN.
SOMOS EL CUERPO HORDA
CREEMOS QUE EL SER HUMANO
PUEDE SOBREVIVIR
A SU PROPIA INMOLACION
AULLAMOS Y CONVOCAMOS A
LAS BESTIAS MARGINADAS
A SALIR DE SUS CUEVAS
PARA RESISTIR
AL CUERPO ORDEN
AL CUERPO PODER
AL CUERPO CADAVER
QUE FABRICA MUERTE
Y PUTREFACCION
SOMOS EL CUERPO HORDA
BAILANDO INVENTAMOS MUNDOS
UNIVERSOS LEJANOS,
INSECTOS Y ANIMALES
PLANTAS Y MINERALES
LA TIERRA ES UN SER VIVIENTE
QUE SEGUIRA ROTANDO
SOBRE SU EJE
SIGLOS Y SIGLOS – AUN –
CUANDO NOSOTROS
SEAMOS MEMORIA.
SOMOS EL CUERPO HORDA
EXCAVANDO EN LA CARNE
REVELAMOS LA VERDAD
DE NUESTROS HUESOS
PARA QUE EN ALGUN FRAGMENTO
DEL TIEMPO Y EL ESPACIO
NOS TRANS-FORMEMOS
EN UN CUERPO LUZ
SOLO LUZ,
UNA HORDA DE LUZ
ATRAVESANDO LAS TINIEBLAS
DE LOS CUERPOS HUECOS.
MANIFIESTO DEL CUERPO-HORDA
ESCRITO EN LA BOCA DE BUENOS AIRES, EL 12 DE MAYO DE 2016
COMPAÑIA MAGY GANIKO
El sábado 28 de mayo, presentamos en Fundación PROA el documental “El cuerpo invisible” (realizado mediante un subsidio del Instituto para el Fomento de la Actividad de la Danza no Oficial del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires)
y realizamos una performance en sala 2 (intérpretes: Igor Numa, Laura Colagreco, Lucas Maíz, Giorgio Zamboni, María Sol Giberti, Felo Torre, Jose Carlos Campitelli, Piparola Juan y Miguel Magy Ganiko).
Compartimos el registro fotográfico del evento, por el fotógrafo Alejandro Gonzalez:
Gare au Théâtre: Su espectáculo “Mysteries of Love” es programado en el festival “Nous n’irons pas à Avignon” . Vitry-sur-Seine. Ile de France (2007)
Centro Cultural franco-japonés de Tenri: El espectáculo “Mysteries of Love” es programado en el festival “Danse Box”. Paris (2007)
Esto no es del todo danza, o teatro, o musical, sino que simplemente es una pequeña “espectáculo de vodevil contemporáneo”, donde se cruzan personajes poéticos, extravagantes y divertidos. Escenas de una belleza sutil revelan un gusto por el mestizaje.
Un espectáculo extraño, barroco y kitsch, donde el deseo se convierte en un motor de cambio y evolución. Un espectáculo anticreacionista que aboga por un Dios darwiniano y agnóstico.
Todo cambia, la vida es una danza de mutaciones.
::Leer reseña en Gare au Théâtre Nous n’irons pas à Avignon – 2007::
Théâtre Jacques Prévert: Ganiko crea con la coreógrafa francesa Fabienne Brioudes el espectáculo “Le Pont du Vent”. Martigues, Francia (1998)
A partir de un encuentro en un festival en Japón, la bailarina y coreografa francesa Fabienne Brioudes y Magy Ganiko, desearon establecer un puente entre el Butoh y danza contemporánea. Un puente invisible, hecho de viento, que reflejara ese nomadismo del artista, inventor de “caminos de seda”, a través de los continentes. Un puente de viento moviéndose libremente, penetrando los intersticios de las diferentes culturas.
El espectáculo permitió construir ese “pont” entre la ciudad de Martigues, en el sur de Francia, y que “casualmente” esta lleno de puentes y en donde el viento “Mistral” barre sus calles todos los veranos, y la ciudad de Buenos Aires en Argentina. En Martigues, “Le Pont de Vent” se presentó en el teatro de Jacques Prévert y Buenos Aires Centro Cultural Recoleta y el teatro “La Carbonera”.
Los muros de la casa de infancia murmuran pequeñas historias secretas que nuestras vidas absorben. Los muros al interior de nuestros cuerpos destilan deseos heredados, reprimidos, sueños que pertenecen a otros y que compartimos confusamente con los nuestros. El placer no reside tanto en descubrir la salida de este misterioso laberinto, que en el hecho de prolongar el juego hasta el infinito. A cada uno su muro.
Cuerpos abandonados al juego de un mundo invisible, espíritus perdidos en un tiempo en flotación y que nos lleva a preguntar… ¿Qué hay atrás de la locura de ese gesto ? ¿A quién pertenece ese cuerpo ?
Un universo laberíntico, cuatro individuos en la búsqueda de una luz que pueda aclarar las zonas brumosas de sus sueños. Los objetos mutan hacia una dimensión simbólica, mítica. Ritualizar, danzar, jugar, hacer nada. Ellos se cansan del aburrimiento, tratan de saber como habitar el tiempo. Todo les parece vacío de sentido, pero a veces, pueden escuchar misteriosos murmullos y sentir la presencia de la luz, que penetra desde el otro lado del muro.
::Leer reseña en Gare au Théâtre Nous n’irons pas à Avignon – 2006::
¿Cómo se inscribe un grito en el vacío?
Elenco: Magy Ganiko. Cantantes: Zentoku Shimoyo. Coreografía: Magy Ganiko
Debajo del mar.
Más y más cerca del centro de una tierra que gira infinitamente sin parar.
El cuerpo es una vasija hueca en donde recibir al vacío para dejarlo danzar.
Una naturaleza que nos habita y nos despoja, un recorrido inexplicablemente humano, un latido y luego otro, que en múltiples tiempos danzan la danza del tiempo.
Frente al dolor las palabras se ahogan, como un grito debajo del agua. Entonces uno danza en el círculo del silencio, en ese lugar donde habitan todos los sonidos.
Discípulo directo del gran maestro de la danza Butô Kazuo Ohno, Magy Ganiko habilita su cuerpo a la nada, y por su piel viaja la incertidumbre humana, plagada de antiguas memorias del horror.
Magy reside en Paris, Francia, donde continúa desarrollando su actividad artística con su propia compañía de danza y con trabajos de colaboración con otros artistas, participando en diversos festivales y eventos internacionales. Ha desarrollado talleres experimentales a partir de la danza Butô con la Universidad de Lille-3, en el Nord-Pas de Calais, Francia. De formación trans-disciplinaria, realizo además la carrera de cine en el CLCF (Conservatoire Libre de Cinéma Français) de Paris.
Una puesta sencilla, profundamente poética e intensa, sobresale en imágenes que como golpes de gong nos sumergen vertiginosamente en lo más recóndito del océano.
EL Maestro Zentoku Shimoyo con su sanshin y su canto acompaña a Magy por entre las sombras, en su voz los ancestros cantan: “¡Que no se fisionen los corazones
atómicos y que los de carne, vena y sangre sigan palpitando con la tierra!”
“Viento, fuego, tierra, agua…PosTsunami, temblores de una danza, de una gota en medio de esta furia oceánica; gota, que en el pliegue de las placas humanas que
se entrechocan, sigue creyendo que el agua es: VIDA”.
Gare au Théâtre: ”La foret pendu d’un arbre”, espectáculo creado para el festival “Nous n’irons pas à Avignon”. Vitry-sur-Seine, Ile de France, Francia. (2010)
Interior, exterior, femenino, masculino, espacio sagrado, espacio profano, ciclo de la vida y de la muerte, ritos y repetición, movimiento, inmovilidad, y una atmósfera que rememora el universo de David Lynch y Antonin Artaud.
Dos espacios, el primero, un mundo artificial, kitsch, de “manga”, artificio del artificio pero sin embargo, poseída de una mágica vitalidad. El otro, primitivo, ancestral, atemporal, surgido de las profundidades del inconsciente. Dos mundos unidos por una “ventana”, pasaje hacia una iniciación ritual.
El bosque colgado de un árbol, es poesia escrita en el espacio con los sonidos, los objetos, los cuerpos, respiraciones, sincronismos, luz-sombra, y la mirada del publico que desde el bosque, observa al árbol que los sostiene.
Studio Kinshicho: Ganiko presenta el espectáculo “Water Reflections” en colaboración con el artista multimedia japonés Haruo Higuma. El espectáculo es financiado por la “Fundación Japón” y el “Distrito Metropolitano de Tokio”. Tokio (1997)
Centro Cultural Ricardo Rojas: Bajo la invitación de la Secretaria Cultural de la Universidad de Buenos Aires y el respaldo financiero de la Fundación Japón y el Distrito Metropolitano de Tokio, se presenta el espectáculo de danza-multimedia “Reflejos en el Agua”, idea original de Haruo Higuma con coreografía y danza de Magy Ganiko. Buenos Aires (1997)
El estado de pureza del agua es como un espejo que devuelve al hombre el reflejo de su relación con el medio ambiente. La danza Butoh, en particular a través de su gran patriarca Kazuo Ohno, nos ha dejado infinidad de ejemplos de su relacion con la naturaleza, creando una danza con fuertes referencias anímistas.
Nuestro cuerpo es 75% agua, como el planeta Tierra, que contiene este liquido sagrado en las mismas proporciones. La contaminación del agua está directamente relacionada con la contaminación humana y por ende de la sociedad: cáncer, enfermedades autoinmunes, la contaminación …La peste contemporanea, como la describiria Antonin Artaud.
“Reflejos en el Agua” es un solo de danza Butoh y vídeo-instalacion. El espectáculo comienza con imágenes virtuales de peces proyectadas en una decoración de telas que caen en cascada. El bailarín, cuyo cuerpo está completamente pintado y vestido de blanco, llega desde la parte trasera del público, portando en una mano el cráneo de una vaca, que simboliza su relación con el reino animal y la lucha por los alimentos .
La primera parte del espectáculo representa la pureza del agua y el cuerpo que danza aun es inmaculado y celebra la vida. La segunda parte muestra un cuerpo contaminado, cubierto de lodo, y finalmente herido y ensangrentado. El espectáculo termina con la poderosa imagen del bailarín que derrama un líquido rojo en una pecera lleno de agua, mezclando estas dos sustancias, que simbolizan los dos elementos básicos de la vida: sangre y agua. La imagen final quiere dejar impresa en la gente, la sensación y el mensaje, de que el agua también puede sangrar.
Extractos de la Critica de Paulina Osona
“El cuerpo de plástico blando nos conmueve por la simplicidad de sus movimientos. Podría ser un mensajero celestial, parecía como un rayo de luz de la luna que iluminaba la escena”.
“El mensaje de marcado y las causas perdidas una emoción poderosa, y ser capaz de crear un clima de intensidad emocional tal a partir de algunos elementos poco frecuentes y se combina con un baile sencillo y también sobrio, manejado con criterio inspirado, que nos provoca una verdadera admiración. “
Fringe Club: El espectáculo “Lamentaciones de un pétalo de jazmín” es invitado a participar al “Hong Kong City Fringe Festival”. Hong Kong (1998)
Auditorio de la Biblioteca J.L. Borges: Presentación del espectáculo “Lamentaciones de un pétalo de jazmín”. Buenos Aires (1998)
La melancolía femenina danzada a través del cuerpo de un hombre: Magy Ganiko viste su cuerpo en andrógino.
Su torso es impreso de palabras, frases o simples ideogramas japoneses, por un pincel ensangrentado de pintura roja.
El pintor exprime el estado de su espíritu en ese instante, y luego invita al publico a escribir su propio instante, sobre esa carne convertida en pizarra.
Entre las pausas musicales, una voz femenina habla de sus soledades en una confesión intima, la voz bascula entre la desilusión y la melancolía.
Utilizando una sorprendente variación musical que recorre música tradicional japonesa, tango, flamenco hasta el canto lírico, el espectáculo refleja el origen multicultural del bailarín.
Heredero de la danza Butoh y portador de un movimiento y ritmo latino, Magy Ganiko crea una danza de verdadero mestizaje.
“Lamentaciones de un pétalo de jazmín” es en definitiva, el tímido quejido que lanza el alma humana frente a su propia soledad. Es una carta abierta escrita a si mismo.
Centro Cultural Balavoine: Ganiko presenta el solo de danza-video instalación “Utaki”, con el artista plástico y videasta francés Fred Périé, en el festival “Fêtes de la Danse” en la ciudad de Arques, Nord-Pas de Calais, France (2009)
“Todavía hay lugares privilegiados, cualitativamente diferente de los otros: el paisaje nativo, el sitio del primer amor, o una calle o una esquina de la primera ciudad extranjera visitada en la juventud. Todos estos lugares se mantienen, incluso para el hombre más claramente no-religioso, una cualidad excepcional, “única”: se trata de los “lugares santos” de su universo privado, como si este ser no religioso tuvo la revelación de otra realidad que la que participa en su existencia diaria.”
Mircea Eliade ( “Lo Sagrado y lo Profano “)
“Utaki” significa en el idioma de Okinawa espacio singular y único, un “altar” religioso que se encuentra en el corazón de la naturaleza y que se ha extendido por todas las islas del sur de Japón. Estos lugares están protegidos por las “kaminchu”, sacerdotisas-chamanas de una milenaria tradición animista.
La forma enigmática de un árbol, o un conjunto de piedras que componen una forma especial geométrica, o incluso un pequeño estuario escondido en una cueva puede ser un “Utaki”. Estos son espacios percibidos como portadores de un aura espiritual, que se convierten en refugios para la meditación y la contemplación.
Utaki, a solo performance by butho dancer Magy… por LISTE_F_ROUGE
Cuatro seres se preparan para comenzar un viaje hacia las zonas obscuras de la memoria. Viaje iniciático hacia “La(S)ombra(S)”, sombra que nos habita como un inquilino permanente y con quien bailamos una eterna “Danza Macabra”. Viaje ritual que comienza en una silla, desde donde cada bailarín va creando su mundo onírico, con las reglas de ese mismo universo muchas veces incomprensible, pero pleno de emociones y significados.
Dolores de heridas que no cicatrizan, un grito que no se manifiesta , palabras, frases, que esconden secretos fantasmas y mitos familiares, que nos pega permanentemente en el vientre, en las caderas, en el cráneo, y en la anatomía entera. Entre el silencio y la sordera, nuestra sombra crece a la luz de una flama, entre la sangre, la carne y los huesos, cuatro cuerpos-performers intentan rescatar la confesión de ese otro cuerpo, de ese doble, nuestro “negativo”.
(S)Ombre(S) contiene una serie de tabúes en relación con el cuerpo y la enfermedad. Es una danza catártica, un rito de purificación del cuerpo; cuerpo que se muestra en su intimidad más cruda, a través de la desnudez, la sangre, y dos “órganos-objetos” responsables de un fuerte significado simbólico: el hígado y el corazón.
Ceremonia de sangre y bilis, elementos purificadores, iniciación a la muerte simbólica y puente hacia el alma. La toma de conciencia de las inmundicias humanas, comienza por uno: la sombra también ilumina.
Sansaru, literalmente del japonés: “tres monos”.
Tres monos son “Kikasaru” (el que no escucha), “Misaru” (el que no ve) y “Iwasaru” (el que no habla).
¿Que significa evolución? ¿Qué significa el ser animal? ¿Es negativa la parte animal del hombre? O, justamente, es por habernos alejado de nuestros ancestros que seguimos destruyendo este hermoso hábitat que es la tierra.
El ser humano se convierte en el animal más depredador del planeta: no escucha, no ve, y se queda mudo, ante su propio canibalismo devorando insaciablemente el cuerpo de la madre Tierra.
SanSaru replantea la condición humana y animal, y se interroga sobre el significado de la evolución, que ubica a la raza humana en una esfera superior al resto de las especies.
“Aunque el mono se vista de seda…..”, podemos invertir el sentido de la frase y decir con devastadora modernidad: “Aunque el hombre se vista de seda….”, porque hoy el ser-humano parece encontrarse un escalafón por debajo del simio, prepotente, ciego, sordo, y mudo de sabiduría, haría bien mejor de saltar de liana en liana, que abatir un árbol tras otro.
Tres hombres en escena se confrontan a sus propios espejos; creyéndose humanos actúan como monos, creyéndose monos finalmente parecen humanos. La metamorfosis corporal no indica ya al hombre erecto como el punto máximo en la escala evolutiva.
Intérpretes: Lucas Maíz, José Campitelli, Félix Torre
Vestuario: Mercedes Piñero
Diseño de luces: Giorgio Zamboni
Dramaturgia: Magy Ganiko
Coreografía y Dirección: Magy Ganiko
Estreno: 2017
Este solo nos lleva al universo familiar de Magy Ganiko. Nacido de padres japoneses que se dedicaron a la tintorería, Magy creció en un lugar plagado constantemente de ropa ajena. Magy evoca el esfuerzo por la supervivencia de sus padres limpiando la suciedad de los demás, metáfora aplicable entre el poder y las clases desfavorecidas.
La escena se convierte en un bosque de ropa colgando de las ramas de Sakura (cerezo japonés). Las ramas de la flor de Sakura son de un poderoso efecto simbólico, sus hermosas flores, apenas sobreviven unos cuantos días en la primavera japonesa, representando la efimeridad de la vida.
La banda sonora compuesta de la música tradicional de Okinawa y Tango recuerda las raíces multiculturales de Magy. La video-instalación del artista japonés Haruo Higuma, dibuja figuras maravillosas sobre el cuerpo de Magy Ganiko durante la danza. La escenografía creada por el escultor argentino- japonés Julio Goya recrea fielmente este universo, con el que también está familiarizado por haber crecido con padres que practicaban la profesión de “Tintoretto” en Buenos Aires.
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